Ansiedad por la comida en perros
El tipo de alimentación, la falta de esfuerzo para conseguir la comida o el aburrimiento hacen que muchos perros coman de manera ansiosa, vomiten o pasen todo el día pidiendo comida.
¿Tu perro parece estar siempre hambriento?
La ansiedad por la comida en perros es bastante común, ya que la forma de alimentarlos ha cambiado mucho a lo largo de los años, alejándonos demasiado de su forma natural de comer. Sin embargo, los perros no han cambiado lo suficientemente rápido y siguen comportándose como si necesitaran comer todo lo posible y siempre tuvieran hambre.
Esto provoca que tengan ansiedad por la comida y a la larga junto con la falta de ejercicio desarrollen problemas de obesidad.
¿Esta imagen te es familiar?
¿Por qué se produce la ansiedad por la comida en perros?
Al igual que ocurre con muchas personas, los perros pasan mucho tiempo inactivos, se aburren y tienen pocas motivaciones más allá de la comida. Esto hace que busquen constantemente una recompensa en forma de comida, ya que en la naturaleza pasarían mucho tiempo buscando y cazando.
Por otro lado, es habitual que intentemos compensar el poco tiempo que les podemos dedicar con premios (muchas veces poco saludables y repletos de calorías vacías), juguetes rellenables, etc.
Además, la alimentación de la mayoría de nuestros perros es a base de piensos, muy fáciles de comer y que se tragan casi sin masticar. No tienen que hacer ningún tipo de esfuerzo y se acaba muy rápido, esto hace que no les de tiempo a saciarse y coman grandes cantidades que muchas veces acaban vomitando o provocando problemas como dilatación de estómago que puede ser mortal.
Muchos piensos comerciales, especialmente los de baja calidad o los llamados ¨ligth¨ contienen gran cantidad de fibra no digerible para que ocupen más espacio con pocos nutrientes. De esta forma se ofrece al perro una ración muy grande con la idea de saciarlo sin que engorde, pero la realidad es que se acostumbra a su sistema digestivo a estar muy lleno, y cuando se vacía un poco el animal vuelve a sentir hambre aunque en realidad sus necesidades nutricionales estén cubiertas.
¿Cómo podemos disminuir la ansiedad por la comida en perros?
El primer consejo es elegir siempre para nuestro perro una comida de calidad, especialmente si come pienso en exclusiva. Existen otras dietas como la BARF, a base de comida cruda y natural, que puedes consultar en este artículo. Un buen pienso natural para perros, con un gran aporte de proteínas, saciará al perro durante más tiempo aunque es posible que necesite un tiempo de adaptación ya que las raciones suelen ser más pequeñas.
Dividir la ración diaria en al menos dos tomas, mejor si son tres, mantendrá su estómago lleno y saciado, evitando que pasen demasiadas horas entre comidas. Esto, además, disminuirá el riesgo de dilatación y torsión de estómago. Al contrario de la creencia popular, ofrecerle su ración antes de que comamos nosotros no sólo no es perjudicial si no que disminuirá su ansiedad mientras las personas están comiendo. ¿Conoces esa sensación de tener mucha hambre y de que la comida esté sobre la mesa pero aun no puedes tocarla? Si el perro aun no ha comido, aumentarán también los comportamientos de pedir comida en la mesa.
El uso de juguetes rellenables o comederos antiglotones permite aumentar el esfuerzo y el tiempo que el perro dedica a comer su ración, dando tiempo a que el estómago sienta la sensación de estar lleno y evitando los vómitos. Estos comederos, como se puede ver en el vídeo, son indicados para todos los perros incluso los de hocico más corto.
Aun así, entre comidas, y aun siguiendo todos los consejos anteriores, es posible que nuestro perro siga mostrando ansiedad por la comida, especialmente si lleva mucho tiempo con ese comportamiento. Para evitar ofrecerle comida poco saludable y con muchas calorías, es muy recomendable darle entre comidas snacks para mosdisquear.
Existen diferentes tipos: de piel de vacuno, orejas de búfalo... La ventaja de estos snacks es que obligan al perro a pasar un buen rato mordisqueando, lo que logra también un efecto saciante sin apenas aporte calórico. Se pueden ofrecer en cualquier momento, pero son especialmente útiles para mantenerlos ocupados mientras comemos o cenamos.
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