Por qué mi perro come heces
Si no sabes el por qué tu perro se come las heces, aquí te lo contamos todo. Te contamos todo sobre la coprofagia canina, por qué lo hace o qué riesgos puede tener.
¿Has visto a tu peludo amigo comer heces? Puede ser desconcertante (y poco agradable), pero este comportamiento, conocido como coprofagia canina, es bastante común en mascotas.
En este artículo de Animalnatura hablaremos de qué es exactamente la coprofagia, sus causas más habituales, qué pasos seguir para detectarla y corregirla de forma respetuosa. Y te recomendaremos un producto que ayudará con la microbiota intestinal y el bienestar general de tu compañero. ¡Empecemos!
Qué es la coprofagia en perros
En primer lugar, aclararemos el término. La coprofagia ocurre cuando un perrete ingiere heces, ya sean propias o ajenas. Aunque para nosotros, sus dueños, resulte algo desagradable, puede tener múltiples explicaciones naturales o de comportamiento.
Dentro de este hábito, como hemos indicado, se incluyen los perros que comen caca de otros animales (como gatos, caballos, conejos). Les atrae su olor y los restos de nutrientes no digeridos.
Aunque en muchos casos no suponga un riesgo inmediato, la coprofagia puede afectar a su salud y es señal de que algo necesita atención, desde su alimentación hasta su bienestar emocional. En el siguiente apartado te compartimos algunas causas.

Causas por las que un perro come heces
En estas líneas responderemos a las dudas de “por qué mi perro come caca”. Este comportamiento puede estar relacionado con su alimentación, su entorno, sus emociones o incluso con cuestiones médicas que requieren atención.
Problemas nutricionales
En muchos casos, la coprofagia puede deberse a problemas digestivos en perros o a una dieta que no cubre todas sus necesidades nutricionales.
Si su organismo no absorbe bien los nutrientes, tu amigo de cuatro patas puede necesitar buscarlos en las heces, donde, como hemos comentado, aún quedan restos no digeridos. Este déficit nutricional puede darse por una alimentación inadecuada, intolerancias o enfermedades del sistema digestivo.
Si tu perrete hace esto, te recomendamos revisar su dieta y consultar con un veterinario para descartar posibles carencias nutricionales.
Aburrimiento, estrés o ansiedad
Otra de las razones más comunes está relacionada con la ansiedad en perros o con el simple aburrimiento. Una mascota que pasa demasiado tiempo sola, sin suficiente actividad física y mental, puede recurrir a comportamientos atípicos, como el de comer heces.
Esta acción, además de llamar la atención de su humano, puede convertirse en una manera de liberar estrés y nervios. Asegúrate de que tu peludo tiene rutinas de ejercicio, juegos interactivos y compañía.
Imitación de conducta (o hábito aprendido)
En otros casos, la coprofagia forma parte de trastornos de conducta canina, especialmente cuando tu perrete ha aprendido a imitar este comportamiento de otras mascotas con las que convive.
También puede presentarse como un cambio de comportamiento en perros que han pasado por experiencias negativas, como refugios o entornos donde la comida era escasa. Comer heces puede convertirse en un hábito aprendido que se repite por costumbre, aunque ya no exista la necesidad original.

Instinto maternal en perras lactantes
Las perras que acaban de dar a luz suelen limpiar el área donde se encuentran sus cachorros, incluyendo sus heces. Es un instinto natural de protección e higiene, ya que buscan mantener el entorno libre de olores que puedan atraer depredadores. Aunque, en este contexto, no se trata de un problema, sino de una conducta temporal durante la etapa de lactancia.
Falta de higiene en el entorno
Otra de las causas de la coprofagia es la falta de higiene del entorno canino. Si el espacio de tu mascota no se está limpio y libre de excrementos, es probable que acabe ingiriéndolos por costumbre o simple curiosidad.
Mantener la zona de paseo, el jardín o la casa bien recogidos previene este comportamiento y también ayuda a evitar infecciones y parásitos. La higiene es una herramienta básica para la salud física y emocional de tu peludo.
Otros trastornos médicos subyacentes
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No se descarta la existencia de enfermedades que provoquen este comportamiento. Trastornos como parásitos intestinales, diabetes, problemas de absorción o insuficiencia pancreática pueden estar detrás de la coprofagia.
En estos casos, el perrete puede tener un aumento del apetito o sentir la necesidad de buscar nutrientes adicionales en las heces.
Ante la duda, es esencial visitar al veterinario para realizar a tu peludo pruebas y descartar que la ingesta de heces sea un síntoma de un problema más grave.
Qué hacer si mi perro come heces
Si tu compañero presenta este comportamiento, no te preocupes. Aunque ya hemos sugerido algunas medidas, en este apartado nos centraremos aún más en las distintas soluciones para la coprofagia en perros que pueden ayudar a mejorar la situación.
El primer paso, como hemos indicado, siempre será consultar con el veterinario para descartar problemas médicos y, en caso necesario, iniciar un adecuado tratamiento de la coprofagia en perros.
Otra de las soluciones más efectivas, que hemos mencionado, es revisar la alimentación. Una alimentación natural para perros, completa y equilibrada, reduce el riesgo de carencias nutricionales.
En nuestra web encontrarás opciones como comida bio de alta calidad, por ejemplo las latas de Aninatura, snacks saludables y suplementos digestivos para perros que favorecen la flora intestinal, como la bebida prebiótica Doggyrade.

También la dieta BARF y la coprofagia han mostrado relación. Cuando está bien formulada, puede mejorar la digestión y reducir la ingesta de heces.
Además, el enriquecimiento ambiental para perros es clave. Juguetes interactivos, paseos variados y rutinas estimulantes disminuyen el aburrimiento y la ansiedad. Y si le sumas entrenamiento y refuerzo positivo, que ayudan a modificar hábitos y redirigir conductas, incluso mejor.
Mantener una buena higiene del entorno canino y evitar el acceso a heces completan un enfoque integral para resolver este problema.
Finalmente, otra medida es contar con la orientación de profesionales en etología canina, sobre todo si el comportamiento está relacionado con la ansiedad o con trastornos de conducta más complejos.
Productos recomendados para ello
En dichos casos de coprofagia, no hay que olvidarse de mantener una microbiota intestinal en perros sana y equilibrada. Si tu perrete tiene un intestino fuerte, no solo se mejora su digestión, sino que también se reducen conductas indeseadas como comer heces. Te desvelamos un producto que puede ayudar a tu peludo amigo con ello.
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